Casos reales: La Colonia Dignidad

Un saludo, mis queridos seguidores. Es costumbre en este blog narrar y rememorar sucesos oscuros de la historia, aterradores pues no hay peor terror que aquel del que tienes certeza de que es real. Ya conocéis seguramente horrores de la segunda guerra mundial que los medios de comunicación se han dedicado a exacerbar y masificar, por lo que en esta ocasión os contaré un episodio poco conocido de la posguerra que toma lugar en Chile.

Como es bien sabido, luego de terminada la segunda guerra mundial muchos oficiales e investigadores nacionalsocialistas fueron amnistiados y reclutados por las potencias aliadas para aprovechar sus enormes avances tecnológicos, otros tantos huyeron a naciones lejanas y cambiaron de identidad, el cual es el caso que hoy nos reúne, pues uno de los destinos predilectos de los militantes del Tercer Reich fue el Cono Sur, en Sudamérica. 

En la imagen se puede ver en tonalidades los países americanos donde Alemania extendió su espionaje, en el marco de la Operación Bolívar.

Colonia Dignidad fue pues, un asentamiento de colonos alemanes en Chile, concretamente en la región de Maule, ubicada en el centro del país. Su fundador es Paul Schäfer, un nacionalsocialista alemán, más concretamente miembro de Juventudes Hitlerianas y posteriormente un médico de la Wehrmacht (el nombre de las fuerzas armadas de Alemania durante el mandato de Hitler) que posterior a la derrota del eje fundó una secta, la Misión Social Privada, que supuestamente sería una organización caritativa, pero en realidad era una perversión ideológica del nacionalsocialismo, incluyendo además enseñanzas bíblicas e inspiración del escritor estadounidense Willian Branham. Su comunidad también integraba trabajos forzados y pederastia. En 1959 fue acusado de abusar sexualmente de dos niños en Siegburg, Alemania del Oeste, y por esta misma razón escaparía a Chile en 1961.

Paul Schäfer en su vejez.

Schäfer llegó a Chile con varios integrantes de su comunidad y utilizando el mismo modus operandi, se hizo pasar por una organización de beneficencia. La Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad, cosa que le ayudaría además a librarse del pago de varios impuestos. Una vez adquiridos los terrenos y edificado un poblado pensado para asemejarse a una villa alemana, el imperio del terror de Schäfer comenzó.

Inicialmente Chile, Alemania y el mundo creyeron que Colonia Dignidad era un sitio donde todos vivían en armonía y paz gracias a la propaganda de sus altos mandos, esto en un principio fue una mascarada exitosa, ya que los habitantes apenas sabían español y no habían tenido contacto alguno con la sociedad chilena, esto sumado a que los jerarcas retenían los documentos y pasaportes de todo el mundo, aseguró temporalmente el secretismo y aislamiento total del sitio.

Sin embargo, con el pasar de los años comenzaron a fugarse miembros de la secta, algunos llegando incluso a Alemania y testificando en contra de Schäfer, el maltrato, trabajo forzado y no remunerado y el abuso infantil ya eran conocidos, sin embargo, el horror apenas estaba por llegar a su culmen.

Con el exitoso golpe de estado de Pinochet en 1973, la Colonia encontró un aliado ideológico en el propio gobierno. Rápidamente la DINA, la policía secreta chilena, y las altas esferas del gobierno simpatizaron con Schäfer, tanto era así que Manuel Contreras, director de la DINA, y el propio Pinochet eran invitados frecuentes del lugar. Por esto mismo, el gobierno comenzó a encubrir masivamente los crímenes ocurridos dentro del recinto, y lo que es peor, Pinochet comenzó a usar a Colonia dignidad como un centro de detención y tortura de presos políticos, ya que el lugar estaba bien provisto de armamento y numerosos túneles e instalaciones secretas.

Las cosas estaban tan pautadas que un juez chileno reveló años después un manual de tortura usado dentro de las instalaciones, donde se detallaba tortura física y psicológica mediante choques eléctricos y espacios pequeños que inducían claustrofobia, además de aconsejarse ''no moler a golpes'' a los prisioneros.

Una de las entradas ocultas a los túneles del lugar.

Y es que la secta era el entorno perfecto para crear soldados sin alma, como autómatas, debido al profundo adiestramiento y maltrato psicológico al que eran sometidos sus miembros, que tenían una sumisión y servidumbre absolutas hacia Paul Schäfer. Quizás fue por esto mismo que además del interés y apoyo por parte de las fuerzas de Pinochet, Colonia Dignidad fue financiada y armada además por el Bundesnachrichtendienst (el servicio secreto alemán), que además construyó en el área pistas de aterrizaje, hospitales y túneles. 

Los planes que se querían llevar a cabo en la colonia eran todavía mucho más grandes, aunque no pudieron llevarse a cabo. Al igual que pasó con la secta japonesa de La Verdad Absoluta, Colonia Dignidad buscó armarse con gas sarín y diversos venenos para envenenar ríos, y hasta quiso desarrollar armas nucleares. Tanto fue así que en 1985 fue desaparecido un turista ruso-americano que viajaba por la zona colindante, curiosamente portando un contador geiger (de radiación) ¿temieron los altos mandos del poblado que se descubrieran sus intenciones? ¿el ciudadano ruso-americano era más que un simple turista?

Augusto Pinochet y Paul Schäfer en colonia digidad.

En el año 1990, termina la dictadura de Pinochet y Chile se encamina hacia una democracia, sin embargo debido a las grandes influencias políticas nacionales e internacionales de Schäfer, la secta continúa con sus actividades normales durante bastantes años, siendo sus altos cargos defendidos por políticos chilenos. Sin embargo, la presión por parte de Alemania y la cada vez mayor cantidad de fugados que daban sus testimonios empezaban a cercar más y más a la colonia, llamada desde 2005 Villa Baviera.

Finalmente en medio de polémicas por los crímenes ocurridos dentro de su colonia, en marzo de 2008 un Schäfer anciano escapa a la Argentina donde finalmente es detenido y extraditado a Chile pasando sus últimos años en prisión. Luego de su muerte, Villa Baviera se desintegró, la mayoría de sus miembros regresaron a Alemania a hacer su vida y tan solo unos doscientos permanecieron en el lugar, el cual fue tomado por las autoridades y actualmente vive del turismo por su arquitectura y cultura alemanas.

Las ideas retorcidas y demenciales de Schäfer no tuvieron herederos, probablemente debido a que procrear estaba prohibido dentro de Colonia Dignidad. Alemania indemnizó a las víctimas y familiares de las víctimas asesinadas.

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